jueves, 4 de diciembre de 2014

Sobre la indiferencia política





Una de las características del capitalismo actual o capitalismo tardío, es la indiferencia política unida con el interés dominante por la carrera, el tiempo libre y el consumo que promueve las expectativas de recompensas conforme al sistema (dinero, tiempo de ocio y seguridad).
El capitalismo tardío concentra las relaciones de poder que se establecen entre los distintos grupos y clases. Y, en cierta forma, tiende a minar a la sociedad civil y a favorecer una mayor necesidad de inclusión social y democratización (Habermas, 1995). En este sentido, las instituciones y los procedimientos de la democracia son utilizados para que las decisiones del gobierno se adopten con suficiente independencia de motivos definidos por los ciudadanos, generando un status de ciudadano pasivo, lo que llama Habermas como privatismo político que no es otra cosa que la indiferencia política unida con el interés dominante por la carrera, el tiempo libre y el consumo que promueve las expectativas de recompensas adecuadas, conforme al sistema (dinero, tiempo de ocio y seguridad).

Todo ello se encuentra reforzado, por un lado, por la anonimización social dominada por el consumo. Y, por el otro lado, por una identidad diluida por un estilo de vida mercantilizado por la producción y la distribución capitalista, que generan ciertos antagonismos y una conciencia clase de fragmentada. En tal sentido, la situación colectiva y la vida personal se encuentran desvinculadas.
Así observamos que, en este capitalismo actual, llamados por algunos capitalismo tardío,  ciertos sectores de la población prefieran tener un estilo de vida dominado por un sistema de recompensas conforme al sistema: dinero, tiempo de ocio y seguridad, que sumarse a una lucha social.


Bibliografía
Habermas, Jugen (1995) Problemas de legitimación en el capitalismo tardío. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.