lunes, 23 de noviembre de 2015

Historias "citadinas" de los Pueblos de Tlalpan

 

Hace poco más de cuatro meses llegó el ruido para quedarse. Desde muy temprano, Jorge Blanco escucha sin cesar el sonido infernal de la maquina que cava la tierra una y otra vez. No sabe a bien cuando terminará la obra, las autoridades dicen que en diciembre estará terminado el viaducto elevado de 4 carriles que conectará con la autopista México-Cuernavaca.

Jorge todas las mañanas sale muy temprano de su casa para ir a trabajar, maneja un taxi durante la mañana y casi siempre a las 4 llega a comer. Sol, la esposa de Jorge, prefiere hacer la comida un día antes por las tardes y en las mañanas tomar clases de elaboración de velas decorativas antes que quedarse a escuchar la maquina o los cláxones de los vehículos o los gritos de los trabajadores de la obra. Aunque sabe que para llegar a la tienda “fantasías Miguel” en Coyoacán tiene que salir a las 8 de la mañana para llegar a tiempo a las 10, pues un tramo de 2 km lo recorre en 40 minutos en micro, a veces prefiere caminar a la Joya que quedarse varada en el transporte público.


Así la vida para algunos habitantes de San Pedro Mártir, se dice que se ha invertido 3 mil 200 millones de pesos en esta obra y que en diciembre estará concluida. Sin embargo, lo cierto es que tanto Jorge Blanco como algunos vecinos de San Pedro Mártir han tenido que “habituarse” al ruido de una obra que poco beneficiará a los habitantes del Pueblo.